lunes, 26 de noviembre de 2012

Borrador.

Te echo de menos, no te imaginas cuanto. Pero nuestros recuerdos ya no me entristecen, lo cierto es que me sacan esa estupida sonrisilla. Esa que te gusta tanto. Sabes lo que has sido, sabes lo que eres para mi. Ya no me preocupa el "y si las cosas hubieran sido de otra manera", nunca creí en el destino pero lo que pasó, pasó y no hay que darle más vueltas. Quiero que sepas que me va muy bien, que sé que a ti también, porque tengo la certeza de que puedes llegar hasta donde te propongas. Todo lo que me dijiste me fue de gran ayuda, y es algo que algún día te agradeceré, ¿cómo? No lo sé, todavía. De todo esto solo saco una conclusión, que te quiero, no como antes claro que no, pero te quiero.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Querer a veces duele, y a veces también.

Una persona no controla por si sola los sentimientos que pueda albergar, ni mucho menos, pero siempre cometemos un error, llámalo error o como quieras. Todo empieza cuando nos damos cuenta de que una persona es más importante de lo que esperábamos, y entonces comenzamos a darle mucha más importancia de la que realmente tiene, por lo general pienso que es por miedo, no nos damos cuenta de que las cosas son más simples de lo que creemos, lo complicamos todo, entonces, si que cometemos un error, o dos, o los que sean. Es ahí cuando realmente nos hacemos daño a nosotros mismos, eso es a lo que llamamos amar. Por los que dicen que sin sufrimiento no hay amor.

domingo, 27 de mayo de 2012

En esta vida no hay cabida para una salida de emergencia.

Me encuentro perdida, estoy en el lugar que mejor conozco, pero mi cabeza no se encuentra. No sé donde estoy, ni donde debería estar. Solo puedo limitarme a pensar que estoy agobiada, que esto me viene grande, que es una sobrecarga de pensamientos. Que por doler me duele hasta el aliento, por todo lo que llevo dentro. Me siento impotente, estoy cansada. Me he dado cuenta de que la gente dice mucho más de lo que hace realmente, y que los hermanos de corazón se cuentan con los dedos de una sola mano. Las relaciones cansan y se agotan, y siento que no puedo hacer nada y por consecuencia duele. Que no es justo, que nunca he sabido valorar lo que tengo y lo he perdido, que siempre he querido lo que no tenía. No importa lo que haya llegado a dar por una persona, si no me valora hoy qué puedo esperar mañana. Estoy quemada, rota. Es el sonido de esta mierda, que golpea mi cabeza y me remueve las ideas. Encerrada en la melancolía, aferrada a esta angustia solo puedo tirar hacia delante con la cabeza alta. Sonreír por cumplir, reír por reír. Debería alejarme, dejar de conocerme, hacer lo posible por no asfixiarme. Por desgracia en esta vida no hay cabida para una salida de emergencia.

sábado, 19 de mayo de 2012

No quiero despertar de mi sueño contigo.

Sin mirar atrás, una vez más decidí tirarme de cabeza. Sin pensarlo dos veces, si no estás me importa una mierda lo que pueda pasar. Fuiste y sigues siendo una prioridad, el primer y último pensamiento del día. Al fin y al cabo, yo apostaría por ti, creí y sigo creyendo en ti. No sirve de nada decir que te extraño, por mucho que lo sienta. Pero repito que eres importante, muy importante. Porque una vez más me la he pegado, no sé si mereció la pena, mas yo lo hice. Quizá muy en el fondo todavía no te he perdido, pero seamos realistas, por muchas vueltas que dé la vida y por el mismo camino que tengamos, dado aquellas pequeñas cosas que nos diferenciaban, todo es mucho más difícil. Me duele ya que eres una alma gemela ¿sabes? No conocí nunca alguien con quien compartir tanto, teniendo en cuenta que no éramos nada, simplemente teníamos algo especial. Es extraño, me acostumbré a que no estuvieras, y cuando de vez en cuando estás prefiero tu ausencia en cierto modo. Definitivamente esto ha sido algo inolvidable, porque eres "insustituible", si vuelves eres mío. Solo he de decir a esto, "Encantada de haberte conocido".
 PD. te extraño, incluso más que ayer.

viernes, 11 de mayo de 2012

Insignificantes como tales.

Llega un momento en el que parece que el mundo ya no tiene nada nuevo que ofrecer, que ya no sorprende que la vida del día a día te presenta cosas normales, que ya no asombran. Pero si lo piensas te darás cuenta de que eso no es así, que lo único que pasa es que perdiste tu capacidad de asombro, no hablo de monotonías, hablo de hasta el punto que las cosas nos pueden parecer normales. Un gran filósofo piensa que hay dos tipos de personas, aquellas con capacidad de asombro y las que lo han perdido. ¿Te has dado cuenta alguna vez de que solo los niños pequeños tienen esta capacidad? Solo las personas que no se aferran a lo cotidiano conservan esta capacidad. Las que lo han perdido no tienen la suerte de ello, ya que, si lo piensas hasta lo más insignificante puede ser sorprendente. Por ejemplo, uno no sabría valorar lo que es estar sano si no hubiera estado nunca enfermo o es necesario pasar hambre para valorar lo que es estar saciado. Los que piensan así, se darán cuenta que el día a día puede ser maravilloso, otros muchos pensaran que es una bazofia. Los que gozan de esta capacidad son aquellos que por muy insignificantes que sepan que son en el universo, quieren verlo todo desde arriba, y poder decir "esto es sorprendente", solo estos saben valorar lo que es vivir, lo que es el mundo, solo ellos pueden decir que merece la pena vivir.

lunes, 30 de abril de 2012

Palabras a una cómplice.

Me consuela pensar qué, cuando ellos se fueron tú te quedaste. En lo que llevo de vida no he conocido persona como tú, tan importante, tan sumamente especial y a la vez rara. Que yo sé que estás ahí, no creo en un "siempre", pero estoy completamente segura de que permanecerás a mi lado notablemente más que otros personajes de mi vida. Y decir que, si no estuvieras ahí, quizá yo perdería todas mis batallas, o aún perdiendo sin ti quizá dejaría de luchar, siquiera me levantaría de cualquier caída. Y el tiempo pasa, pero no lo echo de menos contigo ahí. Tanto yo a ti, como tú a mi, nos juzgamos por nuestros actos, y sé que como humanos que somos cometemos errores, pero si te importo y me importas sé que pocas cosas podrían separarnos. En mi fallido intento de ser feliz, eres tú quién está para cogerme, para salvarme, para no dejarme caer. No miento cuando digo que no te dejaré caer, te lo digo con mis más sinceras y sensatas palabras. Puede que nunca tenga suficientes y exactas palabras para decir lo que significas para mi, ni suficientes hechos para agradecértelo, pero como ya sabrás esto es una lucha continua y desesperada por vivir, en la que te puedo decir que estaré a tu lado, solo si me dejas. Pero te escribo esto para que te hagas una idea de ello. Que yo quiero que seas feliz, con o sin mi, es lo que quiero. Que sé que no soy fácil de comprender, que tengo puntos raros y demás, pero te quiero lo mejor que puedo. Esto son palabras a una cómplice, a ti.

domingo, 29 de abril de 2012

Desearía que estuvieras aquí.

Y te sorprendería lo mucho que te extraño, lo mucho que te recuerdo. Sé que no serviría de nada decírtelo, que por eso no ibas a volver. Pero mi conciencia quedaría mucho más tranquila, te lo aseguro. ¿Y lo qué duele verte ahí, delante mío, y no poder hacer nada? Sé que para ti no es ninguna preocupación, ningún remordimiento. Que tú ya eres correspondido, y yo no puedo hacerle frente a eso. Reflexiono, me rayo, me pongo histérica solo de pensar que no quiero cariño que no sea el tuyo, que todos ellos no te sustituyen ni mucho menos. Y digo que te sorprendería, porque, me sorprende hasta a mi.

sábado, 14 de abril de 2012

Insustituible.

No sé el día exacto, solo sé que un día de primavera me di cuenta de que eras demasiado importante, que me marcaste, me hiciste ver que hay razones por las que seguir un sueño y que los detalles insignificantes son los que te hacen más irresistible. Quizá sea porque lo imposible se hace tentador. Ahora solo me quedan recuerdos, de todas aquellas palabras que decías, de promesas que dejabas caer como un "no cambies nunca" o un "muérdeme". Yo como una niña ilusa sonreía confiando en ti, pero el tiempo pasa para todos, y los caminos se separan. A tantos kilómetros de tus caricias no consigo olvidar, no sé si es porque no puedo o no quiero. No sé si debo agradecértelo o llorar por lo que nunca tuve, y aún con miedo de perderte sabiendo que ya estamos perdidos. Puede que sea tiempo o distancia lo que necesitemos, sé que no somos correspondidos, hoy no, mañana quien sabe. Yo te pido que no me olvides, ya que yo injustamente no consigo hacerlo. ¿Y qué nos queda? Varios kilómetros, un par de años, palabras y un poco de coraje. Solo espera bien y yo seré paciente para esperar tu impaciente boca sobre mi piel.

viernes, 13 de abril de 2012

Monotonía.

Siempre lo mismo, todas las semanas de mi vida, las mismas historias, la misma gente. Dicen que cuando algo es bueno no debería cambiar nunca, ¿pero es eso cierto? Yo no entiendo la vida, ni que papel tenemos en ella, yo solo reflexiono y pienso. Llega un día en el que te preguntas, ¿y esto es todo? Y si, me cansé, y desearía salir, e irme, pero no puedo. Solo tengo una posibilidad tragar y seguir con mi camino recto. Siempre diciendo que todo va bien sea cierto o no, básicamente no pasa nada nunca, pero es eso, que nada cambia y que todo cansa. ¿Yo soy feliz? Mi respuesta es "no lo sé". Autoengañandonos, siempre intentando complacer a alguien, sea quien sea. Quizá lo que más canse sea estudiar, trabajar, bueno todas esas cosas que la sociedad nos obliga a hacer, pero, ¿nos lo merecemos? No hablo ni de buenos ni de malos, hablo del valor de una vida, de una sola. Es un círculo, como si estuviéramos hechos para esto; ciérralo, no somos máquinas.

Tal y como quieras ser.

Voy a oírte, sin juzgarte. Voy a opinar, sin aconsejarte. Voy a confiar en ti, sin exigirte. Voy a ayudarte, sin intentar decidir por ti. Voy a cuidarte sin anularte. Voy a mirarte, sin proyectar mis ideas en ti. Voy a abrazarte, sin asfixiarte. Voy a animarte, sin empujarte. Voy a sostenerte, sin hacerme cargo de ti. Voy a protegerte, sin mentiras. Voy a acercarme, sin invadirte. Voy a conocer las cosas tuyas que más me disgusten, las aceptaré y no pretenderé que las cambies. Quiero que sepas, que hoy, hoy puedes contar conmigo. Sin condiciones.